Si hace siglos que intentas sin éxito convencer a tu chico de que haga determinada cosa, ha llegado la hora de cambiar de estrategia.
En esta nota algunos consejos para que cumpla tus caprichos creyendo que es él quien tiene el poder.
Si realmente mueres porque tu chico haga todo eso que sueñas sin tener que pedírselo, no desesperes, pues tu deseo esta cerca de ser cumplido: con un poco de descaro y otro toque de inteligencia, puedes conseguir todo –absolutamente todo- lo que te propongas...
Es más, si mueves los hilos correctos, hasta puedes llegar a lograr que termine pensando que era lo que él realmente quería…
Aunque parezca increíble, en este nuevo milenio, para los hombres sigue siendo importante sentir que son ellos los que toman las decisiones, y que nosotras estamos ahí para aceptarlas.
¿Cuándo empezó esta conducta injusta y machista? Realmente es algo tan viejo como el mundo. Los modelos de mujer pasiva y receptora y varón activo y proveedor fueron alimentados por hombres, algunos incluso, pensadores y científicos, que estaban al servicio de mantener a la mujer lejos de cualquier toma de decisiones. Pero no hay que olvidar que las estadísticas señalan que, a pesar de todas esas barreras, fuimos nosotras quienes impulsamos algunos de los procesos mas importantes de la historia de la humanidad.
Piénsalo de esta forma: tal vez no tengamos todavía “el poder”, pero sí tenemos un don, que es el de convencerlos con nuestras sutiles armas femeninas. Si logramos cambios históricos, ¿Cómo no vas a lograr que, por lo menos tu chico, cumpla tus pequeños grandes deseos?
Para probar tu poder de persuasión, ve paso a paso. Primero haz que te proponga ir a tomar un trago, y una vez que esté en tus manos, deja que la sutil manipulación fluya.
Convencerlo de que te invite a salir:
Lo conoces un poco. Te gusta. Piensas que es recíproco. Entonces ¿Por qué demonios no puedes ser tú quien proponga la cita? Por miedo al rechazo seguido de un insoportable remordimiento. Por eso, es mejor apelar a la paciencia y esperar que él sea quien dé el primer paso.
Ellos generalmente quieren hacer todo el cortejo, pero para eso en ocasiones las mujeres debemos arriesgarnos a salir solas y facilitarles el tema. Básicamente, para un chico es importante sentir que está persiguiéndote, por eso la idea es que te pongas (¡Oh casualidad!) en su camino.
Pero ten en cuenta: nada de obviedades. Arregla para encontrarte con algún amigo en común o ve a almorzar por su zona. El contacto sorpresa activará su “modo romántico”.
Cuando se trata de citas, los hombres no son tan decididos como las mujeres. Por eso, creándole un escenario propicio, lo motivarás a lanzarse.
Convencerlo de que sea más cariñoso:
Toda tu vida soñaste con formar una de esas parejas que se untan las tostadas el uno al otro, o que ven pelis acurrucadísimos en el cine. Y, aunque no están peleados ni nada por el estilo, te sientes a años luz de eso, porque tu chico parece haber nacido con las manos en los bolsillos.
Los hombres tienden a comparar el afecto físico con el sexo. Para ellos, tocarse y acariciarse son maneras de conectarse con su estado carnal.
No cometas el frecuente error de esperar que él sepa que necesitas unos mimos. En cambio, toma su mano y demuéstraselo. Haz de los abrazos y las manifestaciones afectivas varias una constante entre ustedes. ¿Ideas? Empieza esta misma noche, mientras miran la tele, y prosigue con el plan cuando estén en público, pero sin resultar cargosa ni pegajosa, ni crear situaciones incómodas. Debe ser una actitud progresiva.
En cuanto tu hombre capte la onda, los gestos de afecto mutuo se convertirán en parte importante de la dinámica de la relación.
Convencerlo de que arme planes en pareja:
Si en tu relación eres tú quien se encarga siempre de armar los planes comunes a ambos, y sueñas con sea él quien comience a tomar las iniciativas, debes tener en cuenta, para empezar, que los hombres en general creen que sus parejas disfrutan arreglándoles la vida social y que no quieren que ellos intervengan en este tipo de decisiones.
Entonces, pare enmendar este prejuicio, una buena idea es comenzar a consultarle a tu chico sobre que opina sobre los planes para el próximo finde. Una vez que se vaya acostumbrando a tener participación en este tipo de decisiones, ofrécele más participación. Y cuando por fin se ocupe de organizar una actividad, acuérdate de agradecerle y decirle lo divertido que estuvo y ¡Misión cumplida!.
Convencerlo de que pruebe cosas nuevas:
Los sábados come pizza, lee el diario, mira fútbol y se toma unas copas en algún bar. Pero este fin de semana quieres que te acompañe a esa galería de arte que acaba de inaugurarse. Obligándolo solo conseguirás que se resista todavía más, por eso, si lo que quieres es que experimente situaciones distintas, en lugar de insistirle o amenazarlo para que te acompañe, tiéntalo con algo tan fascinante que no pueda oponerse. Por ejemplo una recompensa luego de la actividad (sexo es una buena táctica), o invita también a alguna pareja de amigos con la que se diviertan y organiza para que, luego de la salida vayan todos juntos a tomar algo a su bar favorito.
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