Mujeres en linea: Por qué fallan las dietas

6 mar 2012

Por qué fallan las dietas




No existe una dieta mágica. Reducir de peso conlleva un cambio de hábitos, señalan los expertos.


¿Frustrado porque la dieta que sigue no da resultados? ¿No logra perder más peso o incluso recuperó lo que perdió? Quizás no sea culpa suya sino de los tratamientos para adelgazar que se han olvidado de un punto importante: el metabolismo cambia cuando se deja de comer.

Tanto el organismo de Salud Británico (NHS), como el estadounidense (US health), asumen que si una persona deja de consumir 500 calorías diarias perderá alrededor de una libra semanal, sin importar cuánto tiempo lleva haciendo régimen ni por cuánto tiempo seguirá.

Pero de acuerdo con una investigación del Instituto de Salud de Maryland, Estados Unidos, dicho planteamiento, ampliamente utilizado en el resto del mundo, tiene errores de base.

"A medida que una persona pierde peso su metabolismo se ralentiza y, finalmente, se estanca. Si usted quiere perder cinco kilos reduciendo 100 calorías al día, puede bajar la mitad en un año y el resto en tres. Después de ese tiempo se estancará y empeorará", detalló Kevin Hall, director de la investigación, en la reunión anual de la Asociación Americana de Avances Científicos.

El estudio subraya además la gravedad de enfatizar en dietas rápidas y milagrosas y en la necesidad de revaluar las políticas públicas sobre el tratamiento de la obesidad.

"No hay una dieta mágica o milagrosa. Cuando se deja de comer el cuerpo pone en marcha mecanismos para mantener el peso. Comer es uno de los instintos primarios del ser humano. El cuerpo se defiende, no quiere perder peso", explica a BBC Mundo Alber Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen).

Cuando se utilizan fármacos contra la obesidad, vas contra ese mecanismo de defensa y terminas atrofiando otras partes de tu cuerpo, señala el experto.

"De alguna manera uno no puede tener el peso que quiere, lo puede ajustar con un cambio de hábitos y un incremento en la actividad física, no necesariamente yendo al gimnasio sino caminando dos veces al día. Hay que tener en cuenta que hay una base genética importante que determina nuestro peso. Para muchas personas delgadas es más difícil ganar peso que para un obeso perderlo”, detalla Lecube.

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